otro de mis rayes.

Luego de años de "pah, como que encararía tocar la bata" decidí dejarme de idealizar y soñar con el mencionado instrumento. Así fué como agregué a un desconocido al msn (supuestamente profesor de batería, pero en internet nunca se sabe) quien me pasó el dato de otro.
Luego de una breve llamada a éste último, a quien creo haber despertado por la voz de dormido y los bostezos, concretamos una clase de prueba.
Ahí aparecí, en su domicilio veinte minutos antes de la hora acordada, tratando de disimular mi temor y vergüenza en caso de no encarar . . . también tratando de no ser vista por los motoqueros viejos con cara de violadores que estaban en la misma cuadra.
Luego de un breve discurso sobre música y la importancia de la batería, y de hacerle saber que mis conocimientos al respecto (no de música, sino del instrumento) son nulos, el profesor se arriesgó y me dió los palillos mientras decía "sentate ahí, y veamos lo que tenés".
Si bien el contexto de la frase era diferente al que estaba acostumbrada a escuchar, tomé los palillos y tomé asiento, mis pies en los pedales y miré con cara de "y qué mierda hago ahora¿?" al profe.
"Veamos tu coordinación, intentá mantener los tiempos indicados alternando palillos".
No, no rompí nada.
Al terminar la prueba, me miró y dijo "tenés aptitudes, buena coordinación y oído para la música".
Y así me retiré, prácticamente saltando de la felicidad, pensando "que cool, empiezo oficialmente clases de batería la próxima semana . . . y mierda que no tengo dónde practicar y la puta madre que no me puedo comprar una batería porque son muy caras".

Fin.