Sofía.

Ni te voy a pedir, ni te voy a rogar, si regresas será cuando tú quieras. Ni te puedo buscar, ya ni sé donde estás. Qué te tengo que dar para que vuelvas? Te juro que no es divertido jugar así con la ilusión, porque te has convertido, no sé cómo ni cuándo, en más que una obsesión. Sé que vas por ahí, presumiendo deseos, libre como un gorrión o como el aire. Dices que es el amor un impulso, una voz, sólo un acto distinto, razonable. Si alguna vez creí lo mismo estaba ciega, que sé yo. Porque he puesto yo en ti además de la piel, alma, vida y corazón. Vivo pensando sólo en ti, no hago otra cosa que extrañarte. Comprendo que es tu amor imprescindible, inevitable. Mientras tú vas por el mundo sin saber que estoy aquí, vivo extrañándote y pensando sólo en ti. Me da miedo aceptar lo que pueda pasar. Si después de ti no hay nada. Si eres en realidad, la otra parte de mí, la verdad que me faltaba. Si ayer pensé que esto era un juego te digo que fue un gran error. Me llevaste al partir mi razón de existir, alma, vida y corazón. Vivo pensando sólo en ti, no hago otra cosa que extrañarte. Comprendo que es tu amor imprescindible, inevitable
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